möh nace de una necesidad, como casi todo lo que nos empuja. Puede que de la necesidad de seguir jugando después de sobrepasar la edad de poder hacerlo, tal vez nació antes pero no tenía nombre.
Mi primer recuerdo con la moda es ir compras con mi madre y no encontrar lo que buscaba porque lo que yo quería solo estaba en mi cabeza. “Eres de ideas fijas”, me decía siempre.
Esa necesidad de imaginar me ha acompañado toda la vida. Estudié magisterio y pedagogía de danza contemporánea donde comencé a dar rienda suelta a mis ganas de crear. He trabajado como actriz y coreógrafa en varias compañías de teatro, investigando el lenguaje del cuerpo y el cuerpo en relación con el entorno. En esa búsqueda de lenguaje y expresión, encuentro que la indumentaria se convierte en una pieza intrínseca y me pregunto si forma parte del cuerpo “como prenda habitada” o si es un producto generado por el entorno, y en tal caso, si no permite la libre expresión del individuo o la limita.
Mientras tanto… ¡sigo sin encontrar en Zara el vestido que busco!
Tras empezar a estudiar Diseño de Moda en Alicante, me conceden una beca para estudiar en IED Madrid.
Me nutro de las artes escénicas, las artes plásticas, de la música y el cine, del arte callejero en todos los sentidos, del interiorismo y el exteriorismo.
Me inspiran Balenciaga y Yamamoto del mismo modo que el Niño de Elche, Rosalía o Chema García Ibarra. Wales Bonner y Craig Green igual que un plato de lentejas de mi padre o un libro de Santiago Lorenzo. Y me interesa y me ilusiona descubrir nuevos y antiguos talentos.
En 2020 creé la marca möh estudio para poder seguir jugando, pues en palabras de G.B Shaw: “No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar”.
Conchi Rodríguez Martínez
Conchi Rodríguez Martínez